Vida moderna

Continuamente veo a personas que no admiten sus errores, que cuando hacen mal algo dicen que lo hacen a propósito, que defienden cuestiones sin conocerlas, que siguen a ídolos sin ningún motivo y sin que esos supuestos ídolos lo merezcan. Veo muchas personas por la calles que saben cómo hacer las cosas para vivir mejor pero no cambian nada, que se creen que ir en bicicleta a trabajar es más sostenible porque se lo ha dicho un tipo que no suelta su coche oficial con chofer. Mi generación sabe que la comida procesada es basura, incluso nos han dicho que ahora llevará harina hecha con insectos, pero no paro de ver gente que sigue comiendo la misma mierda solo porque da pereza liarse a freír un filete de pollo o pelar una naranja. Creemos que podemos equivocarnos porque nos han dicho que la vida es como la pantalla de un editor de textos, si te equivocas lo borras y no pasa nada, pero eso no es así, los errores en la vida se pagan, y a veces muy caros. Mi generación sabe de todo con solo opinar. "Es mi opinión" dice cuando un profano discute con un experto. Maldigo al imbécil que se le ocurrió decir que "si quieres puedes", no, no siempre que quieres puedes, no todos podemos hacer lo que nos apetezca. Preferimos mandar una felicitación por Facebook en lugar de invitar a una cerveza con pincho a nuestros amigos por su cumpleaños. Ocultamos el llanto, ignoramos que vamos a morir, y nos hacemos fotos sonrientes para las redes sociales cuando no tenemos ningún motivo para sonreír, cuando no somos felices en absoluto. Mi generación, y las que vienen después, tienen muchas ideas, pero no están dispuestas a llevarlas a cabo. Hablamos mucho, nos quejamos sin parar entre nosotros, pero creemos que la revolución empieza y acaba dando un "me gusta" en Tweeter sentado en el sofá de casa. El colmo son las manifestaciones virtuales. ¿Qué nos pasa? No nos damos cuenta de que quien nos quiere así es quien nos ha fabricado así, quien diseña planes de educación para fabricar generaciones de serviles contribuyentes que entregan complacidos la mitad del sudor de su frente a unos políticos que hace mucho que dejaron de trabajar para la comunidad.