Emil Ciorán

Leo Breviario de podredumbre de Ciorán. ¿Es posible que soportemos las cosas porque nos desentendemos de ellas al ponerles un nombre? ¿Es posible que soportemos la civilización porque existe la posibilidad de agarrarse a la frivolidad? Aquellos que advierten la imposibilidad de toda certeza adquieren asco por la propia certeza, y huyen lejos de toda seriedad. Entiendo entonces, que saber que uno muere, y hablar de ello, como hago yo con naturalidad cuando hablo de mi labor pastoral, es un acto de barbarie con mis contemporáneos. La civilización tiene el objetivo de suavizar la verdad, y disfrazar los efectos de dicha verdad. Así, la frivolidad es un antídoto contra la excesiva seriedad de la verdad. Las apariencias se inventan para no pasarlo mal al conocer la verdad.

¿Es importante evadirse de este mundo? Desde luego que sí. Es liberador no participar de nada de lo que este mundo ofrece. El mundo tal y como va no es sano, pero no podemos hacer nada para cambiarlo, al margen de nuestra propia libertad interior, de las posibilidades que nuestra libertad interior nos permite. Así, creo que la verdadera revolución ha de darse en el interior de cada persona. Ahora que la civilización se hace global, omnipresente, ahora que, por ejemplo, hasta la religión se ha de llevar en privado, la ausencia deliberada es la verdadera revolución. No hay que hacer nada, sencillamente hay que ausentarse. La mejor forma de librarse de esta incómoda fiesta es quedarse en un rincón atento a tus pensamientos. Necesitamos, individualmente, una existencia libre de ambiciones y ocupaciones, entonces se abre el espacio para una contemplación profunda.