Correr hasta que se caigan las ruedas
El rock, hoy día, es cosa de viejos, no ha duda. A mis cuarenta y siete sigo infectado de bares oscuros, guitarras punzantes, buena cerveza, y lo que Lynyrd Skynyrd llamaba ser un "pájaro libre", pertenecer a una pequeña parte de la humanidad, quizá ese uno por ciento, que se niega a dejar de suspirar, de mirar a las estrellas, de respirar hondo, y de mantenerse en silencio cuando son otros los que necesitan hablar. Ser rockero es, en cierta manera, ser un romántico, ser ese uno por ciento. Hay en particular un tema de la banda norteamericana Blackberry Smoke que me gusta particularmente y que me resulta motivador. Till the wheels fall off. Hay en él un toque melancólico, solitario, de cigarrillo en una cuneta al amanecer. Sus acordes, sobre todo las sensaciones al inicio de la canción, evocan todo el poder del viejo rock sureño. Charlie Starr, el ecléctico líder de la banda de Georgia, encierra en su cabeza toda la tradición de la música americana, desde Tom Petty hasta Allman Brothers, pasando por los propios Lynyrd Skynyrd, es sin duda un tipo a tener en cuenta desde hace unos cuantos años, y su reinado no tiene visos de terminar. En Till the wheels fall off, nos habla de seguir adelante, de empujar, de darlo todo en cada oportunidad, mientras quizá todos los demás se quedan quietos. Charlie nos recuerda que a pesar de todo tenemos la baza de hacernos difíciles de amar, de no cambiar, de seguir siendo los mismos, y a pesar de que, seguro llegará el día en el que ya no podamos correr, seguiremos corriendo hasta que las ruedas de la moto se caigan. Backberry smoke nos piden que vivamos, que agarremos la vida con firmeza, nos odien o nos amen, sepan o no nuestro nombre, pero siempre hay que empujar, siempre seguir adelante, aunque a nuestra moto se le caigan las ruedas. Una bella canción para un bonito mensaje. ¡Ánimo y a por todas! Os dejo el enlace por si quieres escuchar Till the wheels fall off.
https://www.youtube.com/watch?v=rSIZEh_iX2I